jueves, 28 de junio de 2007

El tren.


Un amigo me habló de un libro que comparaba la vida con un viaje en tren.Al nacer entramos a ese tren y nos entregamos en las manos de algunas personas que pensamos, estarán siempre en ese viaje con nosotros: nuestros padres, desgraciadamente eso no es verdad; en alguna estación ellos bajan y nos privan de su cariño, amistad y compañía irremplazables..Nada importa, el viaje es así, lleno de atropellos, sueños, fantasías, esperas, despedidas.Eso sí, jamás tiene retorno, siempre va hacia delante.El gran misterio, al final, es que jamás sabremos en cual parada nos bajaremos, y mucho menos nuestros compañeros y ni siquiera el que esta sentado más próximo a nosotros, justo en el asiento de al lado.Me quedo pensando si al bajarme de ese tren sentiré nostalgia... creo que si la sentiré, al separarme de los amigos hechos durante el trayecto, será al menos doloroso.Cada estación tiene un mensaje, una enseñanza.El viaje puede ser importante pero el contenido de nuestra valija es el que nos permitirá seguir de pie ante las adversidades, ante los contratiempos.Por eso no dudemos en guardar en ella los mejores recuerdos, Sólo abriendo esa valija a medida que se acerque la última estación podremos afirmar que valía la pena este viaje

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